27 de enero de 2012

Peones

Hacia un par de meses que no escribia, desde octubre del año pasado. Ahora estoy escribiendo porque estoy esperando a que se cargue Gossip Girl y la verdad necesitaba hacerlo y la verdad es que no se por donde empezar.
Desde que tengo 5 años, no pude despegarle los ojos de encima. Era sentarme e n la puerta de la casa de mi tia, y quedarme horas y horas observandolo. Era algo abructamente hermoso, tan hermoso que hacia que me hipnotizara. Era extraño, solo tenia 5 años.
Asi fueron pasando los años, yo crecia a la par de él. Diferencia de 8 años. 
Nada me resultaba mas atractivo y mas seductor que el. Esa atraccion imposible seguía en pie. No se iba, ni se fue.
Una vez, lo vi en el cumpleaños de mi hermano. Él estaba bailando con los amigos, yo sentada en la mesa observandolo. Veia como bailaba, bailaba muy mal, yo me reia, no podia evitar reirme, no podia evitar mirarlo, era algo que me atraia de manera voraz.
Hasta que pasó, me agrego al maldito facebook. Me hablo por el maldito y desgraciado chat de facebook y yo estaba en el maldito y asqueroso colegio. Todo es maldito, porque todo me lleva a él. 
Tenia cada horario suyo friamente calculado, sabia en que momentos usar mi celular y en cuales no, porque él no me iba a hablar. 
Sabia perfectamente que entre las 10.30  y las 11 me iba a hablar, sabia que a las 14hs salia de su asqueroso e inmundo trabajo y que de entrenar salia a las 23hs, tenia todos sus malditos y miserables horarios en mi hermoso y calculador cerebro.
Entre idas y venidas, obviamente, nos vimos, chapamos cada vez que nos veiamos. Yo me volvia idiota, tarada, mi mala onda se transformaba en seda y era todo suya, siempre.
Me hacia ver las estrellas, era algo irreversible. No podia parar de pensar en él, no podía no pensar en su maldito y sexi cuerpo. Pero me pasaba algo muy extraño, lo veia, estaba con el y sentia como un odio muy profundo hacia su asquerosa persona,pero a la vez me hacia perderme en su cuerpo.
Y es el dia de hoy, que todavia me sigue pasando lo mismo.
El muy maldito dejo de hablarme cotidianamente y supongamos que ahora lo hace "cuando se acuerda". Me habla, me histeriquea , se hace el importante como si fuera algo primordial en mi vida. Mas alla de que tengo locura con el y por eso estoy escribiendo, el se da mas importancia de la que tiene.
Creo que es una locura  que tengo con él, soy adicta a su maldito cuerpo de rugbier trabajado con pesas e inflado con pastillas.

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